Si soy tan buena… ¿por qué estoy soltera? Es la pregunta que se hace aquella mujer que se considera divertida, inteligente, trabajadora y dulce. Ella tiene buenos principios y dice que sabe tratar a un hombre. En otras palabras, es una gran candidata para cualquier caballero. Sin embargo, ¡está soltera!
1. Falta de amor propio
Inconscientemente, desde pequeñas creemos que la prioridad en la vida es casarnos, ser una excelente esposa y una extraordinaria mamá. Y en el afán de conseguir a Ken ponemos en segundo lugar el amor propio, las metas profesionales y la paz interior.
2. Te haces la ciega y sorda
¿Por qué? Miedo a quedarnos solas y no encontrar pareja. Hay quienes aceptan a alguien que no comparte sus valores, principios, intereses, gustos o sueños, pero continúan porque piensan: ¿Y si no aparece otro?
3. Das demasiado… ¡te sobras!
Cuando no eres asequible y te haces la difícil, te agregas valor y te vuelves más deseable. Pero si das demasiadas atenciones y te sacrificas excesivamente por el otro, no serás correspondida de la manera que esperabas.
4. A la cama muy pronto
Acostarte en la primera cita reduce las probabilidades de que un hombre te vea como su futura esposa. Puede que alguien te cuente que se acostó con un tipo en la primera cita y todavía siguen juntos, pero es una excepción a la regla.
5. No entiendes lo que él necesita
Cuando conozcas a alguien, trata de complacerlo y participar en sus diversiones favoritas, pero a la vez involúcralo desde el principio en las actividades que son placenteras para ti.
6. Piensas que puedes cambiarlo
Si tu pretendiente tiene mil cualidades, pero posee una que es abominable para ti, digamos, alcohólico, vividor o irresponsable, puede que al principio te enfoques en sus buenas cualidades y digas: ¿Él es tan bueno que puede cambiar?. Sin embargo, no existe la mínima posibilidad de que seas feliz a lado de esa persona que ya posee un comportamiento que es inaceptable para ti.
7. Tienes miedo a abrir tu corazón
El principal problema de quien teme enamorarse es que asocia el amor con dolor, sufrimiento, engaño o destrucción. ¡Qué error! ¿Quién dijo que el amor es martirio? El amor es dulce, sublime, profundo, mágico, maravilloso y ¡no duele!
Fuente: Vanidades